El presidente Alberto Fernández pidió a los argentinos "no acostumbrarse a vivir con 300 a 400 muertes diarias" por coronavirus, reconoció lo "incordiosa" que se hace la vida con las medidas para evitar la propagación de la enfermedad y dejó en claro que "la mayor obligación son los últimos", que son los más afectados por las consecuencias de la pandemia.
Así lo afirmó al participar por zoom de un acto en un centro de vacunación en la localidad bonaerense de Pilar.