Piden trasladar a un penal fuera de La Plata a un hombre que dejó ciega a su expareja a los golpes

Susana Gómez, la mujer que quedó ciega tras los golpes que le dio su ex marido en 2011, en La Plata, reclamó que el agresor sea trasladado a un penal fuera de la ciudad para cumplir la condena completa por un nuevo caso de violencia de género y que se le obligue a realizar un curso sobre esa problemática.

Carlos Goncharuk cumplió una condena de 8 años de prisión por golpear hasta dejar ciega a su exmujer Susana Gómez, en un hecho ocurrido en La Plata en 2011 y, una vez cumplida la pena, se le había impuesto una restricción perimetral de 100 kilómetros con respecto a la mujer y sus hijos, algo inédito en la justicia argentina.

En noviembre de 2020, Goncharuk atacó con un cuchillo a otra pareja, por lo que fue detenido y condenado y debe recuperar su libertad en septiembre de 2023.

El juzgado de Ejecución Penal número 2 de Morón ordenó en los últimos días el traslado del hombre a la Unidad carcelaria número 9 de La Plata, lo que de inmediato generó alarma en su primera víctima, Susana Gómez.

Darío Witt, presidente de la ONG Casa María Pueblo, que asistió a Susana al quedar ciega y que la patrocina nuevamente, explicó a Télam: «Pedimos el traslado de Goncharuk a otro penal a más de 100 kilómetros de La Plata que esté preso hasta cumplir toda la pena y que se le imponga el curso sobre violencia de género, bajo apercibimiento, es decir que, si no lo realiza, se le impute el delito penal de desobediencia».

«Susana vive en La Plata y sigue con tratamiento psiquiátrico y psicológico y todo esto hace que vuelvan los ataques de pánico y depresión, la dejaron ciega a los 27 años, sigue siendo una mujer joven y la justicia no tuvo en cuenta todo lo que ella vivió, a la justicia parece no importarle las víctimas», afirmó.

Witt remarcó que «como bien dice Susana ´a mi no solo me dejó ciega Goncharuk, a mí me dejó ciega está justicia asesina de mujeres´».

En el 2011 Goncharuk atacó a golpes a su ex mujer, quien lo había denunciado en 13 oportunidades por la violencia que padecía.

La mujer sufrió el desprendimiento de ambas retinas, por lo que el hombre fue condenado a 8 años de prisión y a realizar un curso sobre violencia de género, el cual nunca efectuó, y aún así recuperó su libertad en 2019.