Los motochorros trataron de robarle a un policía que estaba de civil, pero que los enfrentó a tiros y baleó a uno de ellos. La Justicia decidió no tomar temperamento contra el oficial, gracias a la filmación, clave para considerar que actuó en «legítima defensa».
El efectivo de la Policía de la Ciudad se resistió a un intento de robo y se enfrentó a tiros con un motochorro durante un violento episodio de inseguridad que quedó filmado y terminó con uno de los delincuentes abatido por al menos dos impactos de bala.
El hecho se registró el lunes a la noche en la localidad de Villa Centenario, en el partido de Lomas de Zamora, donde el oficial, que se encontraba de civil, efectuó varios disparos para repeler el ataque de los agresores.
A raíz del tiroteo, el ladrón, de 28 años, quedó internado de gravedad, y luego falleció mientras que el policía no fue detenido porque la fiscalía determinó que “disparó en legítima defensa”, apoyándose en las filmaciones del hecho.
Fuentes del caso informaron que todo ocurrió cuando la víctima acababa de bajar del colectivo, y fue interceptado en la intersección de las calles Espronceda y la avenida Rodríguez, en Centenario.
Según se ve en el vídeo, el policía rápidamente se escondió detrás de un vehículo estacionado en la cuadra, desenfundó su arma reglamentaria y dio la voz de “alto policía”.
En ese momento, uno de los motochorros efectuó una ráfaga de al menos 8 disparos que fueron repelidos por el efectivo, produciéndose un tiroteo.
La secuencia quedó registrada por una de las cámaras de seguridad de la cuadra y significó una prueba fundamental para la investigación.
El tiroteo culminó cuando el delincuente cayó desplomado sobre la vereda tras recibir dos impactos de bala: uno en el pecho y otro en la cabeza, que fue amortiguado por el casco que llevaba puesto durante la balacera.
El efectivo resultó ileso en el tiroteo e inmediatamente dio aviso al 911 y al servicio de emergencias médicas.
En el caso intervino la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora que caratuló a la causa como “robo agravado por el empleo de arma de fuego en grado de tentativa”
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