Un hombre fue asesinado en un presunto ajuste de cuentas por drogas

Fabián Pelozo, de 40 años, fue encontrado sin vida con un disparo en el pecho.

Un sombrío domingo envolvió a Rafael Castillo en el horror cuando Fabián Pelozo, de 40 años, fue descubierto sin vida en la calle Terrero al 2000, con una herida de bala en el pecho. Para los investigadores, este cruel acto parece ser un ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico, con raíces profundas en las disputas por el territorio y el dinero.

El operativo que se desencadenó en respuesta a este trágico evento se prolongó durante todo el día, hasta que finalmente se logró capturar a dos sospechosos. Gustavo Daniel Villalba, de 50 años, fue encontrado oculto en el techo de una casa cercana, en posesión de una pistola Colt calibre 45 con un cargador lleno, 17 municiones y un cartucho de escopeta. Paralelamente, un adolescente de 16 años, identificado como Santiago U. R., fue detenido cuando intentaba escapar en una moto con números de cuadro y motor alterados.

Las raíces de este brutal suceso se hunden en disputas antiguas entre Pelozo y Villalba, relacionadas con transacciones de drogas y deudas pendientes. La pesquisa policial se amplió aún más cuando se llevó a cabo un allanamiento en la residencia de Villalba, donde se descubrieron 432 envoltorios de marihuana y 25 de cocaína, indicios adicionales de la actividad delictiva en curso

La investigación ahora recae en manos del fiscal de homicidios, mientras que los detenidos enfrentan la justicia para determinar su futuro legal. Este atroz crimen arroja una sombra sobre La Matanza, una región que ha sido testigo de una creciente ola de violencia en las últimas semanas. La reciente detención de tres individuos con un arsenal de armas de fuego plantea la posibilidad de una conexión más amplia entre estos eventos y las luchas territoriales entre bandas narcotraficantes.

El desafío para las autoridades es monumental, pero la determinación de poner fin a esta espiral de violencia es incuestionable. La Matanza no puede permitirse ser presa del miedo y la criminalidad, y cada arresto, cada acción policial, es un paso hacia la justicia y la seguridad para sus ciudadanos.