En el marco de la causa por presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), la Justicia allanó este viernes la vivienda del exfuncionario Diego Spagnuolo en el barrio La Isla de Nordelta y secuestró una suma millonaria de dinero en efectivo, junto a documentación clave para la investigación.

El procedimiento, ordenado por el juez federal Sebastián Casanello y solicitado por el fiscal Franco Picardi, resultó en la incautación de 266.000 dólares, 7 millones de pesos, una suma que en pesos asciende a 350 millones, un teléfono celular y el pasaporte de Spagnuolo. La medida se dio en el marco de más de 15 allanamientos simultáneos en domicilios vinculados al escándalo de los audios de presuntas coimas.
Durante los operativos también se secuestraron computadoras, dispositivos electrónicos y documentación relacionada con licitaciones de medicamentos. Además, se realizaron allanamientos en la sede de la ANDIS, en la droguería Suizo Argentina y en domicilios de la familia Kovalivker, propietaria de la firma farmacéutica mencionada en la investigación.
Spagnuolo, que no fue hallado en su domicilio al momento del operativo, fue posteriormente encontrado en un country de Pilar mientras conducía su automóvil. Allí se le incautaron nuevos dispositivos electrónicos que serán peritados.
Prohibición de salida del país
En paralelo, Casanello dispuso la prohibición de salida del país por 30 días para Spagnuolo y otros imputados: Daniel María Garbellini, Eduardo Jorge Kovalivker, Emmanuel Kovalivker y Jonathan Simón Kovalivker.
Repercusiones políticas
La filtración de audios en los que Spagnuolo relata supuestos pedidos de coimas y menciona a funcionarios cercanos al presidente Javier Milei generó fuertes repercusiones en la Casa Rosada. Fuentes oficiales confirmaron que el exdirector de la ANDIS ya no cuenta con respaldo dentro del Ejecutivo, que decidió desplazarlo y ordenar la intervención del organismo.
En el Gobierno, donde lo describen como un exfuncionario “mitómano” e “incapaz”, circulan sospechas internas sobre el origen de las filtraciones y posibles motivaciones políticas en la difusión de los audios. El propio Spagnuolo dio versiones contradictorias tras la viralización: primero aseguró que habían sido editados con inteligencia artificial, luego habló de un “pinchazo telefónico” y finalmente dejó de responder a sus interlocutores.
Mientras tanto, la investigación judicial avanza bajo secreto de sumario y busca determinar la veracidad de las grabaciones y las responsabilidades penales en una trama que ya salpica a figuras centrales del oficialismo.
