Nicole V., la oficial de la Policía de la Ciudad que quedó en el centro de la polémica por grabar y difundir videos eróticos usando el uniforme, decidió hablar públicamente luego de haber sido suspendida de la fuerza.
Según explicó, su incursión en la creación de contenido para adultos no tuvo que ver con la provocación ni con un “desafío” viral, sino con una situación económica límite. “Soy mamá y tengo que sostener mi casa. Cuando entré en licencia y me bajaron el sueldo casi a la mitad, busqué otra manera de generar ingresos”, sostuvo.
La joven relató que en octubre comenzó a vender contenido porque el salario que percibía durante su licencia médica rondaba los $600.000, cifra que —según ella— no alcanzaba para cubrir los gastos básicos. Esa licencia, además, está vinculada a un tratamiento psicológico y psiquiátrico que realiza desde junio, luego de haber sufrido un episodio de violencia de género por parte de su expareja, situación que le dejó secuelas médicas y episodios de epilepsia.
La sanción disciplinaria llegó cuando se viralizaron los videos grabados con la ropa oficial. Nicole fue notificada del inicio del sumario por uso indebido del uniforme y reconoce que su continuidad en la fuerza está en duda. “Voy a cumplir con lo que me indiquen, pero hoy ya no quiero seguir siendo policía. El sueldo no se corresponde con los riesgos que corremos”, expresó en una entrevista televisiva.
Sin embargo, el conflicto ya trascendió lo administrativo. Un abogado presentó una denuncia ante la Justicia Federal para que se investigue si el caso podría encuadrarse dentro de delitos de trata de personas y explotación sexual. Según la presentación, existiría un entramado de perfiles en distintas redes —Instagram, TikTok, Telegram y X— que monetizan contenido sexualizado y donde participarían varias mujeres.
Ante esa acusación, Nicole negó rotundamente cualquier vínculo con una organización: “Trabajo sola. No hay proxenetas ni redes detrás de mí”, afirmó.
La causa ahora seguirá su curso en dos frentes: el sumario interno por conducta “indecorosa” dentro de la Policía de la Ciudad y la investigación judicial impulsada por la denuncia del abogado Rodrigo Tripolone, quien asegura haber detectado un circuito de cuentas que comercializan material para adultos, algunas de ellas vinculadas a la oficial suspendida.