Por el Dr Cristián Lecussán (MN131102), médico generalista, especialista en diabetología con orientación en sobrepeso y obesidad, integrante del centro médico Bionut.
La obesidad y el sobrepeso son problemáticas que se extienden en todo el mundo y que tienen efectos adversos en la salud. Para concientizar y prevenir, cada 12 de noviembre se conmemora el Día Mundial de Lucha Contra la Obesidad.
Según la Organización Mundial de la Salud en el mundo hay más de 1900 millones de personas con exceso de peso, de los cuales 650 millones tiene obesidad. Además, se estima que unos 30 millones de personas mueren cada año a nivel mundial, por malnutrición en exceso, mientras que 3,5 millones lo hacen por desnutrición.
En Argentina, seis de cada diez adultos tienen exceso de peso y más de la mitad tiene obesidad. Esta patología tiene asociadas otras enfermedades complejas como la diabetes tipo II, hipertensión, enfermedades vasculares y coronarias, hígado graso, entre otras.
La reciente sanción de la ley de etiquetado frontal representa un avance lucha contra el sobrepeso, la obesidad, la hipertensión y los riesgos cardíacos derivados de una mala alimentación.
Esta ley, que debe implementarse en un plazo máximo de seis meses, se trata de advertir con octógonos negros visibles para el consumidor aquellos alimentos procesados con exceso de sal, azúcar y grasas. Esos alimentos no podrán incluir publicidad que llame la atención de los niños. También establece que los productos que contengan edulcorantes o cafeína deberán informar que su consumo no se recomienda en menores de edad. Esta legislación tuvo gran éxito en otros países de la región, como Chile y Uruguay.
Con la implementación de la ley, el consumidor podrá elegir de manera sencilla el producto alimentario, generando una actitud activa y positiva sobre su nutrición y salud, como así también estimular la reformulación de alimentos para el desarrollo de productos más saludables por parte de la industria.
La obesidad es una enfermedad crónica, no un comportamiento. Entenderlo es el paso fundamental para el tratamiento. Es un problema de salud pública alarmante, su prevalencia no deja de crecer, y con ella muchas complicaciones asociadas.
Es una enfermedad desencadenada por múltiples factores desde la genética, componentes emocionales, culturales, sociales, etc. que va más allá de lo estético. La obesidad tiene asociadas más de 200 patologías y es considerada una de las enfermedades más estigmatizantes que existe.
La pandemia de la obesidad no depende solo de la conducta individual. Es evidente la necesidad de cambiar el paradigma actual de obesidad focalizada exclusivamente en el individuo, hacia uno con énfasis en la interacción entre la persona y el medio ambiente, recordando que la prevención comienza desde la infancia siendo el cimiento para la adquisición de hábitos saludables.
La obesidad es prevenible, y dada la complejidad de la misma requiere de un abordaje multidisciplinario apoyada en varios pilares como la alimentación, la actividad física, aspectos psicológicos y farmacológicos.