Foto: Sebastián Suárez Meccia / La Capital
El hallazgo se dio en un terraplén de barrio Las Flores, en Rosario donde confluyen las calles Hortensia y Guaria Morada, los vecinos escucharon la madrugada del domingo entre siete y ocho balazos.
Como al parecer es algo normal en el barrio escuchar disparos en la noche no les llamó la atención pero unos minutos después advirtieron un humo negro y llamaron a la policía, cuando un móvil llegó hasta allí, ya pasadas las 3, los efectivos encontraron el cuerpo de un hombre cuerpo calcinado y a unos metros siete vainas servidas.
Se presume que a la víctima, que hasta anoche no había sido identificada, la habrían baleado a unos veinte metros del terraplén para luego quemar el cadáver sobre un cañaveral.
Fuentes policiales indicaron que la persona fallecida era un varón de entre 20 y 25 años. Alrededor del cuerpo el pasto estaba quemado y a escasos diez o quince metros se secuestraron siete vainas calibre 9 milímetros. También se encontraron manchas de sangre.
El lugar del hallazgo es un cañaveral en medio de un descampado sin luz dos efectivos relevaron la zona en buscas de testigos presenciales, levantaron rastros, tomaron fotografías y testimonios. Se procedió además al traslado del cuerpo al Instituto Médico Legal para la realización de la autopsia y las pericias dactilográficas para su identificación.
La tarde del domingo perros, caballos flacos y hombres y mujeres recorrían el terraplén una y otra vez. Allí funciona una suerte de basurero donde recolectores del barrio dejan lo que no les sirve pero a otro vecino puede resultarle útil.
Los vecinos dijeron que nadie conocía al muchacho fallecido. “No era del barrio”, dijo una mujer que buscaba algo en la basura. “Escuchamos los tiros y nada más”, dijo otra.
Al recorrer las cuadras de Las Flores esa versión se reitera: “Si fuera del barrio alguien habría preguntado, si te falta un hijo o un hermano vos preguntás y lo buscás, pero nadie preguntó por ningún pibe hoy”, contó un joven vecino.
El hallazgo de un cuerpo calcinado parece ya no llamar la atención en los extremos del barrio: “Por ahí no era de acá, entre la vía y el arroyo aparecieron muchos muertos. A veces traen gente que es de Villa Gobernador Gálvez. Y si es así, hasta que la policía no lo sepa tampoco se entera el barrio”.
Por las características del crimen y por hallarse un hombre en la calle, los investigadores recordaron un homicidio de mayo pasado, cuando fue hallado el cuerpo de un hombre con varios disparos en el interior de un auto estacionado en e Rosa Silvestre al 2100. Se trataba de o Emiliano Rodrigo Gómez, de 31 años, quien residía en el mismo barrio.