El presidente Alberto Fernández afirmó que la Argentina «no tiene amigos ni enemigos permanentes ni perpetuos», volvió a defender el multilateralismo en las relaciones exteriores de la Argentina, al destacar la visita que realizó recientemente a Rusia y China, y sostuvo que con Estados Unidos busca «una relación madura, franca y sincera».
El mandatario agradeció el acompañamiento que realizó ese país en el marco de las negociaciones para alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y lo diferenció del accionar de esa nación durante el mandato de Donald Trump.
«Así como Trump en su momento trabajó para favorecer al gobierno de Mauricio Macri y darle un crédito muy nocivo para Argentina, también digo que, el gobierno de Joe Biden, cuando llegó el momento de dar una solución, acompañó», remarcó Fernández en diálogo con Romina Calderaro y Darío Villaroel, en el programa Secreto de Sumario, radio Diez.
«Así como Trump en su momento trabajó para favorecer al gobierno de Mauricio Macri y darle un crédito muy nocivo para Argentina, también digo que, el gobierno de Joe Biden, cuando llegó el momento de dar una solución, acompañó»
Alberto Fernández
De esta manera, el Presidente buscó cerrar una semana cruzada por versiones de un supuesto malestar de los Estados Unidos por sus dichos sobre el país del norte durante la gira por Rusia y China. «Cuando hablé de que Argentina sea la puerta de entrada para Rusia estaba hablando de inversiones. No voy a imponer un régimen maoísta», ironizó el primer mandatario y recalcó que el país debe tener con Estados Unidos «una relación madura, franca, sincera y de respeto mutuo» al igual con otros países del mundo.
En esa línea, Fernández manifestó que «el mundo ha cambiado y es multilateral, lo que nos obliga a vincularnos y tener relaciones maduras de respeto con todos los países del mundo».
Y subrayó: «Argentina no tiene amigos ni enemigos permanentes ni perpetuos, sino la defensa de sus intereses».
Asimismo valoró el «paso significativo» dado por el país en materia comercial con la incorporación a la Ruta de la Seda china -lo que fue anunciado durante su reunión con Xi Jimping en Beijing- y afirmó que espera «dar esos mismos pasos con Europa, Brasil y Estados Unidos».
«Argentina debe hacer todo para poder abrir el comercio y no ponernos condicionamientos políticos», afirmó Fernández.
El Presidente aprovechó la entrevista para responder a los cuestionamientos que se le hicieron desde algunos sectores por su viaje a China y Rusia, y se preguntó «por qué viajar a esos países implicaría tener una mala relación con Estados Unidos».
«Muchos se molestaron porque hablé de la relación de dependencia de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con Estados Unidos», dijo el jefe de Estado y, a continuación, recordó la deuda que existe con el organismo internacional de la que «Argentina está tratando de salir».
«Esa deuda se generó porque el gobierno norteamericano de entonces de (Donald) Trump facilitó con sus votos que en el Fondo se diera ese crédito, y eso no lo digo yo, lo dijeron ellos mismos», según recordó.
«Así como Trump trabajó para favorecer al gobierno de (el expresidente Mauricio) Macri, y para dar un crédito nocivo para la Argentina, también digo que en este momento, el gobierno de EEUU, cuando llegó la hora de buscar la salida al problema, acompañó con sus votos», recalcó.
«Argentina no tiene amigos ni enemigos permanentes ni perpetuos, sino la defensa de sus intereses»
Alberto Fernández
Las declaraciones del mandatario se suman a las explicaciones brindadas el jueves en su habitual conferencia de prensa de los jueves la portavoz Gabriela Cerruti, en la que fue consultada por un supuesto malestar del Departamento de Estado norteamericano.
La vocera negó que el Gobierno argentino haya recibido «algún malestar» de parte de los Estados Unidos y atribuyó los dichos a «rumores periodísticos» y agregó: «Si el Departamento de Estado quiere expresarse lo hace, y nos vamos a enterar».
En tanto, Fernández remarcó en sus declaraciones de este sábado que «no estamos en un mundo bipolar donde existe el mundo comunista y el capitalista» y añadió que en el desarrollo de la industria de China o Rusia se ve la importancia de «los capitales privados».
«El principal socio de Estados Unidos es China, por ejemplo. Así que nada de lo que hicimos lo hicimos pensando ni en ideologías ni en posicionarnos en una vereda de este mundo», sintetizó.
Del mismo modo, el jefe de Estado lamentó que los medios «pretenden que uno conteste en ´on´, lo que alguien supuestamente dijo en ´off´» en referencia a un supuesto malestar del gobierno norteamericano tras la gira, y añadió que esas son situaciones «muy raras».
«Creemos que debemos tener con Estados Unidos una relación madura, franca, sincera, de respeto mutuo, y no hacemos estas cosas pensando en perjudicar a alguien. Y queremos tener esa misma relación que tenemos con EEUU, con todos los países que se vinculan con la Argentina, con Europa», aseveró.
SERÍA «UN ACTO DE SENSATEZ» SI LA OPOSICIÓN APOYA EN EL CONGRESO ACUERDO CON FMI
El presidente Alberto Fernández afirmó que sería «un acto de sensatez» de la oposición si apoya en el Congreso el acuerdo alcanzado por el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y defendió el entendimiento que «libera a la Argentina de hacer pagos durante cuatro años» y permitirá que la economía siga creciendo.
«El acuerdo que estamos impulsando es un paso más de un problema en el que vamos a tener que dar muchos pasos. Este es el primer paso que nos libera de hacer pagos durante cuatro años y nos permite seguir adelante con nuestra idea de seguir haciendo crecer la economía a través de la inversión pública», dijo el mandatario en diálogo con Radio 10.
Luego del regreso de la gira por China, Rusia y Barbados, el Presidente mantuvo esta semana múltiples reuniones con el ministro de Economía, Martín Guzmán, para analizar los detalles de las discusiones técnicas con el FMI para cerrar en las próximas semanas la carta de intención que busca implementar el nuevo programa por la deuda de US$ 45.000 millones.
En estos encuentros, se repasaron los detalles de los temas en discusión con el staff del Fondo luego de anunciar hace dos semanas que se había llegado a un entendimiento, y se descartó la posibilidad de que la Argentina pudiera entrar en default en el vencimiento agendado para fines de marzo por unos US$ 3.000 millones, ya que se confía en alcanzar antes la aprobación del entendimiento por parte del Congreso y de los miembros del Fondo.
En ese marco, Fernández manifestó que sería «un acto de sensatez» que desde la oposición «nos ayuden a resolver un problema muy serio que tiene la Argentina».
«Por lo que leo, la oposición quiere acompañar el acuerdo con el FMI y es un dato de sensatez que nos ayude a resolver un problema muy serio que tiene la Argentina. Preferimos que este acuerdo sea objeto de debate en el Parlamento y no de espaldas a la gente. Cuando no se hace así, en un minuto y medio nos enteramos que quedamos endeudados por décadas», señaló el jefe de Estado.
Esta semana, en una cumbre en Olivos, los presidentes de los partidos que integran Juntos por el Cambio (JxC) reiteraron su posición «positiva sobre el principio de entendimiento» de Argentina con el FMI, aunque aclararon que «cuando llegue la carta de intención, la letra fina, verán la estrategia parlamentaria en el Congreso».
Aún en medio de las diferencias internas de criterio por el acuerdo con el FMI, los principales referentes opositores coincidieron el pasado jueves que el país «debe honrar sus deudas» y que acompañarán el proyecto del Poder Ejecutivo si éste no propone «aumentos de impuestos o nuevos impuestos».
El acuerdo con el FMI
En tanto, Fernández destacó los términos del entendimiento alcanzado hace dos semanas con el FMI: «Es un acuerdo en el que el mundo conservador maltrata al Fondo porque dicen que no nos imponen ningún ajuste», dijo.
«Yo creo que hemos dado un paso en procurar ir resolviendo ese problema enorme que hemos heredado, que nos dejó el gobierno del presidente –estadounidense Donald- Trump, el Fondo Monetario y el gobierno de (Mauricio) Macri. Esa deuda se generó porque el gobierno estadounidense de entonces –presidente Donald Trump- facilitó con sus votos en el Fondo que se diera ese crédito y esto no lo digo yo, sino que lo han dicho ellos mismos», manifestó el Presidente.
Fernández también reconoció que «así como Trump trabajó para favorecer al Gobierno de (Mauricio) Macri y darle un crédito que fue muy nocivo para la Argentina, en estos momentos el gobierno norteamericano -de Joe Biden-, cuando llegó la hora de encontrar una solución o un comienzo de salida al problema, acompañó con su voto».
«Las dos cosas son ciertas y eso marca que las cosas no son tan lineales porque no es un mundo bipolar», remarcó el mandatario.
Como parte del trabajo de esta semana, Fernández y Guzmán mantuvieron también reuniones con el embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello, con quien «se está buscando agilizar los pasos de cara al encuentro del board y en el marco de un dialogo permanente» con el gobierno del presidente Joe Biden.
En esa misma línea, el vocero del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gerry Rice, aseguró el pasado jueves que «las negociaciones continúan, estamos trabajando de manera muy cercana con los funcionarios del Gobierno argentino para alcanzar un acuerdo de nivel de staff y movilizar el financiamiento externo para mejorar la resiliencia argentina».
Estrategia parlamentaria
Con el previsto apoyo de la oposición y algunos legisladores oficialistas que expusieron disconformidad con el acuerdo, desde Casa Rosada ya se delinea la estrategia parlamentaria junto al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el flamante jefe de bloque del Frente de Todos (FdT), Germán Martínez, en reemplazo de Máximo Kirchner.
«No doy por perdido ningún voto. Voy a disputar hasta el último voto de diputados del Frente de Todos porque estoy convencido de que es lo mejor que le puede pasar a la Argentina; que nosotros descartemos por cuatro años y medio este yugo que tenemos con los vencimientos de los próximos años», dijo Martínez en las últimas horas.