Bolsonaro reafirma rechazo al aborto y a «ideología de género» en marcha con evangélicos

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reafirmó hoy su rechazo al aborto y a la «ideología de género» al participar en una marcha en San Pablo junto a iglesias evangélicas, en la que se definió como «defensor de la familia brasileña».

«Tenemos una posición: estamos en contra del aborto, estamos en contra de la ideología de género, de la liberación de las drogas, somos defensores de la familia brasileña», señaló el mandatario, que aspira a la reelección en los comicios del 2 de octubre, en declaraciones recogidas por medios locales.

«Somos la mayoría en el país, la mayoría del bien. Y en esta guerra del bien contra el mal, el bien volverá a ganar», aseguró Bolsonaro, cuyo principal rival, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, parte como favorito para las elecciones.

Además, el mandatario advirtió del supuesto riesgo de que Brasil se convierta en un «país socialista pintado de rojo».

«Que nuestro pueblo no experimente los dolores del socialismo», señaló, e hizo referencia a lo que ocurre en otras naciones de la región, que en los últimos años eligieron gobiernos de izquierda, como Argentina, Chile o Colombia. «No queremos eso para nuestro Brasil».

El mandatario dijo a su vez que los problemas que afectan actualmente al país, como la inflación y el hambre, «son temporales».

«Todos tenemos problemas, los materiales son temporales, como estarán notando en los últimos días, los espirituales son los que nos deben preocupar», consideró.

Esta semana, Bolsonaro obligó a las estaciones de servicio a colocar carteles que informen sobre la reducción del precio de los combustibles, lograda gracias a una ley que bajó los impuestos que cobran los estados, que a su vez implicará que deban recortar presupuesto de salud, educación y ciencia.

La reducción del precio de los combustibles es una de las cartas de Bolsonaro para recuperarse en las encuestas frente al liderazgo de Lula, cuya campaña utiliza el eslogan «Bolsocaro» para asociar al gobierno con la disparada de la inflación.

Los combustibles aumentaron 33% en un año, en el marco de la decisión del gobierno de Bolsonaro y de su ministro de Economía, Paulo Guedes, de liberar a la estatal Petrobras para que alinee los precios al del barril internacional del petróleo.

El mandatario ha decidido encarar la cuenta regresiva hasta los comicios del 2 octubre con una serie de beneficios relámpago y el mayor aumento del déficit fiscal desde 2015 en búsqueda del apoyo de la clase baja y clase media, dado que aparece segundo en las encuestas, a más de diez puntos de Lula, del Partido de los Trabajadores (PT).

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