
Rescatistas continúan con las arduas labores de rescate para liberar a diez mineros que permanecen atrapados desde ayer, tras el derrumbe en un yacimiento de carbón en la localidad de Sabinas, en el noreste de México, informaron hoy las autoridades locales.
Los trabajos avanzan en medio de la angustia de familiares que aguardan en las proximidades del socavón, de 60 metros de profundidad, que colapsó repentinamente al ser inundado por tres pozos conectados con la galería, consignó la agencia AFP.
"Aquí el tiempo es muy importante, así que estamos muy concentrados para poder rescatar cuanto antes a los mineros", dijo Laura Velázquez, coordinadora nacional de Protección Civil, durante la conferencia diaria del presidente Andrés Manuel López Obrador.
"Lo que quiero con toda mi alma es que rescatemos a los mineros", expresó -a su vez- el mandatario.
"No hay que perder la fe, no hay que perder la esperanza", añadió, dirigiéndose a las familias de los trabajadores.
Un total de 234 rescatistas del Ejército y otras entidades del gobierno fueron enviados al lugar del siniestro, a unos 1.130 kilómetros al norte de Ciudad de México, en la llamada región carbonífera del estado de Coahuila, informó hoy la Secretaría de la Defensa mexicana.
Tras el colapso, cinco mineros lograron salir y fueron trasladados a un hospital, de los cuales dos fueron dados de alta, precisó Velázquez.
En el sitio se trabaja con al menos cinco bombas de extracción, pero el presidente hizo un llamado a la Comisión Nacional de Agua para que despliegue más equipos.
"Se necesitan bombas de agua que podamos llevar en los aviones de carga de la Fuerza Aérea o por tierra para aprovechar el día", urgió el mandatario.
La inundación "generó el reblandecimiento de las paredes al interior, ocasionando que los trabajadores quedaran atrapados", explicó la Secretaría de Seguridad.
"Para llegar a las minas se tiene que bajar por tres pozos, es complicado pero lo hemos estado logrando. Se están ubicando las bombas para extraer el agua", añadió Velázquez.
En el sitio, algunos familiares no podían ocultar su pesimismo: "Desgraciadamente no hay mucha esperanza", dijo la noche del miércoles a la televisora Milenio José Luis Amaya, primo de uno de los mineros.
Otros parientes protagonizaban escenas dramáticas alrededor de la mina, que fue acordonada por la Guardia Nacional.
La madre de uno de los obreros lloraba desconsolada ante las cámaras, incapaz de responder a las preguntas de la prensa, mientras que otra mujer declaró que dos de sus hijos trabajan en el lugar, aunque uno de ellos había logrado salir.
En junio de 2021, siete mineros murieron tras el colapso de otra mina de carbón en la región de Múzquiz, también en Coahuila, principal productor de dicho mineral en México.
El más grave accidente minero en esta región, fronteriza con Estados Unidos, ocurrió el 19 de febrero de 2006, cuando una explosión de gas en la mina Pasta de Conchos, controlada por el conglomerado Grupo México, provocó la muerte de 65 trabajadores.
Solo dos cadáveres fueron rescatados luego de esta tragedia.
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