La jueza provisoria del Juzgado de Familia, Niñez, Adolescencia y Violencia N° 3 de San Luis, Ana Belén Villegas, autorizó la solicitud de un niño de dejar de llevar el apellido paterno, considerando la figura del abandono del padre como motivo suficiente, tal lo planteado en el pedido del menor, se informó hoy.
El fallo marca un precedente, considera al abandono paterno como un motivo suficiente para peticionar el cambio de apellido y remarca en su decisión la importancia de escuchar al menor y tener en cuenta sus decisiones.
Así lo publica hoy la oficina de prensa del Poder Judicial de San Luis, si bien la decisión data de junio de 2022.
La jueza Villegas autorizó la solicitud de un menor para dejar de ser portador del apellido de su padre, porque consideró «un motivo grave y suficiente el abandono del progenitor y su actitud pasiva ante la solicitud del menor».
La magistrada declaró que el justo motivo estaba en no sentirse plenamente identificado con su progenitor «porque no había formado parte de su vida».
En la sentencia, la jueza destacó que «el apellido es importante porque hay un derecho a la identidad pero no refleja todo; y si el niño no se quiere llamar más así, por qué se lo voy a imponer”.
Sobre los alcances del fallo, informó que «se cambia el apellido por una cuestión de nombre pero no se rompió el vínculo filiatorio con el padre, porque no se solicitó».
«Es decir, el niño tiene derecho a exigirle la cuota alimentaria, sigue teniendo derechos hereditarios”, y “el día de mañana, si él quiere volver a ponerse el apellido paterno, lo puede hacer”, remarcó la magistrada.
La jueza le comunicó la decisión directamente al niño de manera virtual, para explicarle los efectos del fallo.
«Si bien habitualmente la transmisión de mis decisiones las hago de manera presencial, en este caso existía un problema de movilidad del niño y fue más fácil comunicarse de manera virtual delante de la presencia de su mamá y su abogado”, sostuvo la jueza.
El abogado que representó al niño y a su mamá, Marcelo Otamendi, destacó que «es un cambio de paradigma, fue un expediente difícil y me pareció correcto configurar el abandono como un precedente que configura por ejemplo las cuotas alimentarias impagas».