Confundió a un estudiante de ingeniería que pasaba por la puerta con un ladrón y lo mató

Un estudiante de ingeniería de 33 años fue asesinado de un escopetazo por error por el dueño de una casa que pretendió disparar supuestamente contra un joven que acababa de ingresar a robarle en la ciudad de Comodoro Rivadavia, informaron fuentes judiciales.

“Me equivoqué, me siento mal”, dijo el imputado Alberto Barberis durante la audiencia de control de detención, al ser acusado del delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego en calidad de autor», en perjuicio del estudiante de ingeniería Emiliano Ávila (33), quien circunstancialmente caminaba por la puerta de su casa.

El hecho que se conoció hoy ocurrió el último sábado sobre la calle Alvear al 300 de esa ciudad chubutense.

Si bien en un principio la versión apuntaba a que Barberis había disparado cuando observó que un hombre había ingresado al patio de su casa, luego, durante la audiencia de hoy, la versión se modificó.

Según describió en el informe que hoy publicó el Ministerio Público Fiscal de Chubut, todo se registró pasadas las 23 del sábado, cuando Barberis descubrió que un hombre se hallaba en el interior del patio de su casa, en el barrio “La Loma”, por lo que decidió ir a buscar una carabina calibre .22 largo.

Luego, se dirigió al techo de la casa y, desde allí, disparó dos veces para matar al sospechoso, señaló el MPF de Chubut.

La víctima fatal, según el relato de la fiscalía, «ocasionalmente se encontraba caminando por calle Alvear, traspasando la calle Maipú en dirección a calle Dorrego».

«Uno de los disparos efectuados por Barberis impactó en la espalda de Ávila, con orificio de salida a la altura de la tetilla izquierda, ocasionándole la muerte por un shock hipovolémico producido por herida de arma de fuego en tórax, cayendo ya sin vida sobre la vereda de la vivienda», señaló un parte de prensa.

La calificación provisoria para Barberis fue de «homicidio agravado por el uso de arma de fuego en calidad de autor».

El defensor del imputado no objetó el relato del hecho, ni la calificación y tampoco la legalidad de la detención, pero se opuso al dictado de la preventiva postulando el arresto domiciliario de Barberis.

Finalmente, la jueza penal Mónica García resolvió declarar legal la detención, formalizar el hecho en su contra y dictó la prisión preventiva del imputado por un mes.

Durante la audiencia, la fiscal Andrea Rubio puntualizó que «existen elementos de convicción suficientes, recabados hasta el momento, para entender que la persona a la cual Barbieri le disparó, no es la persona que saltó del techo de su casa, sino que era una persona que ocasionalmente caminaba por ahí».

«Los dos disparos que efectuó el imputado lo hizo con total desprecio por la vida humana» aseguró la fiscal.

Durante la audiencia el imputado accedió voluntariamente a declarar, oportunidad en la que explicó que «yo iba detrás del otro y se cruzó este chico… me siento mal, me equivoqué”.

La jueza, al dictar la prisión preventiva consideró que «se ha perdido una vida sin relación con los sucesos anteriores y no se entiende la ausencia del dolo».