Los nuevos episodios de la serie, basada en las novelas de Leigh Bardugo, siguen el buen camino de la primera temporada. Más personajes, más universo fantástico, apuestas más altas
El Grishaverse sigue en forma: la temporada 2 de ‘Sombra y hueso’ ya está disponible entre las series de Netflix para demostrar que está a la altura de su predecesora. La serie, basada en las novelas de Leigh Bardugo, tiene todos los ingredientes de una clásica aventura de fantasía con dosis de romance, acción y profecías mágicas que pueden cambiar el curso de un mundo en decadencia. Los nuevos episodios continúan con la historia, desarrollan mejor a sus protagonistas y suben las apuestas en las batallas, aunque intenta abarcar demasiadas tramas en muy poco tiempo. No todo iba a ser perfecto.
Creada por Eric Heisserer y una de las mejores series de fantasía a las que engancharse ya mismo, la temporada 2 de ‘Sombra y hueso’ sigue de nuevo a Alina Starkov (Jessie Mei Li), más decidida que nunca a destruir La Sombra y reunificar el país de Ravka. Si ya te sabes de memoria las diferencias entre la novela y la serie ‘Sombra y hueso’, es hora de adentrarse en las posibilidades de esta nueva temporada a través de tres claves imprescindibles que cimentarán (esperemos) su éxito.
ALINA SUBE LA APUESTA CONTRA EL OSCURO
Ya no es ningún misterio: los tráilers de la segunda temporada revelaron que el Oscuro (o Darkling) no había muerto. El final de la temporada 1 de ‘Sombra y hueso’ nos dejó con la duda de qué le había ocurrido a Aleksander dentro de La Sombra, pero parece que sobrevivió a los Volcra y, de hecho, hizo algunos amigos en el camino: en los nuevos episodios, además de unas inquietantes cicatrices que le recorren la cara, el villano viene acompañado con dos guardaespaldas hechos de sombras e imposibles de destruir. Bueno, nada es imposible, especialmente si los protagonistas recurren a antiguas leyendas y antiguos artefactos míticos que podrían ser más reales de lo que nunca pensaron.
El objetivo de Alina en la temporada 2 es destruir La Sombra de una vez por todas. Es la misión que se marcó la última vez que la vimos, y ahora viaja junto a Mal en busca de dos poderosos amplificadores que, junto al ciervo que ya lleva incorporado en su cuerpo, podrían darle el poder necesario para derribar esa barrera de sombras que divide Ravka. Esos dos amplificadores son también criaturas mitológicas: se les conoce como Látigo del Mar y el Pájaro de Fuego. El resultado de los tres seres, casi como las Reliquias de la Muerte de Harry Potter, puede ser algo extraordinario para hacer crecer su poder. Para encontrarlas, necesitará nuevos aliados, incluido un astuto y encantador pirata interpretado por Patrick Gibson cuya verdadera identidad será clave para la historia.
LOS CUERVOS SIGUEN SIENDO LOS MEJORES
Sí, Alina es la protagonista, y en el centro de la historia está su romance con Mal y sus tensiones con El Oscuro, pero en realidad ‘Sombra y hueso’ no sería nada sin su grupo de Cuervos de Ketterdam, que en los nuevos episodios tendrán que lidiar con sus respectivos pasados traumáticos y sus perspectivas de futuro. En esta temporada 2, los Cuervos vuelven a demostrar que tienen mucho que ofrecer, tanto como guerreros en esta lucha contra el Mal como siendo esos personajes anclados a tierra con los que los espectadores pueden conectar.
Si recordamos, al final de la primera temporada, Kaz y compañía se despidieron de Alina y Mal para seguir caminos separados. Al fin y al cabo, su escenario es la ciudad de Ketterdam, donde el jefe criminal Pekka Collins ha causado estragos en su ausencia, incluido el robo del muy querido club de Kaz. Junto a Inej y Jesper, los Cuervos llevarán a cabo un plan para quitarle el control de la ciudad a Pekka, y lo harán con la ayuda de Nina (que a su vez busca desesperadamente la manera de sacar a Matthias de la cárcel) y el recién llegado Wylan, experto en explosivos y armas arrojadizas.
A pesar de los muchos aciertos de los nuevos episodios, hay que decir que la temporada 2 de ‘Sombra y hueso’ peca de querer contar demasiadas cosas en muy poco tiempo: hay tramas de al menos cinco libros diferentes de Leigh Bardugo comprendidos en este nuevo tramo de la historia, lo que quiere decir que muchos momentos especiales acaban apresurándose para pasar a lo siguiente. No es una cuestión de comparar los libros y la serie, sino de que aquello que ha encontrado su hueco en la adaptación televisiva tenga la calidad que esperan los fans. Por momentos, pese al genial arranque de la temporada, se pierde.
EL MAPA DE LA SERIE, Y SUS AMBICIONES, SE EXPANDEN
En esta temporada 2 de ‘Sombra y hueso’, tendremos la oportunidad de conocer más en profundidad el mapa ficticio trazado por Leigh Bardugo. Hasta ahora la historia se había movido principalmente entre Ravka y Ketterdam, y a través de The Fold, pero ya era hora de que expandiesen el universo en la pequeña pantalla. En los nuevos episodios viajamos a Novyi Zem al otro lado del océano, conocemos personajes de Shu Han, comprendemos mejor nuevas culturas, viajamos por aire y por mar y, en general, obtenemos un mejor entendimiento de las fronteras del Grishaverse.
Con ‘Sombra y hueso’ ocurre que se antoja casi imposible entender completamente su complicada mitología sin haber leído los libros y solamente como espectador de la serie, pero es un universo tan inteligentemente construido que no importa. Quizás no nos acordemos cuántos tipos de Grisha existen o si Fjerda está en el norte o en el sur, pero los personajes son tan entrañables, el villano tan memorable y la misión de Alina tan apasionante que no supone un problema al final del día. La temporada 2 no es tan perfecta como la temporada 1, pero mantiene intacto aquello que la hizo tan atractiva para tantos espectadores, ya fuesen lectores de Bardugo o no. Esperemos que siga habiendo futuro para el Grishaverse en Netflix.
