La Mesa Nacional de Juntos por el Cambio (JxC) decidió hoy postergar una definición sobre la posible incorporación del mandatario cordobés peronista no kirchnerista Juan Schiaretti a esa coalición, impulsada por Horacio Rodríguez Larreta, y el arribo del diputado de Avanza Libertad (AL) José Luis Espert, para evitar la profundización de la crisis interna que generan esas iniciativas.
«No hemos resuelto nada de lo que vinimos a resolver. Teníamos convocados a los apoderados de los partidos para avanzar; son días álgidos en cuanto al trabajo que tenemos que hacer para presentarnos el día 14. Vamos a seguir trabajando», afirmó el precandidato presidencial radical Gerardo Morales, quien admitió que por las peleas intestinas la coalición está «en caída» y «hay riesgo de que la gente nos castigue».
Morales -único orador en la conferencia de prensa realizada tras la reunión en la sede del comité nacional de la UCR en esta capital- afirmó que «se pasó a un cuarto intermedio» la incorporación de Schiaretti a la coalición y aseguró haberse «comprometido» los dirigentes a analizar «mucho más a fondo» su arribo.
Sin embargo, el gobernador jujeño cuestionó que el PRO esté «dilatando» la llegada del diputado Espert, una indefinición que calificó como «una falta de respeto» para los otros partidos que sí ya dieron su aval.
«Las tres fuerzas políticas no estamos de acuerdo en que el PRO esté dilatando tanto esa definición. No puede ser que la definición de Espert tenga que ver con que si es funcional a los intereses de la candidatura de Patricia Bullrich. Eso es una falta de respeto para el resto de las fuerzas», afirmó.
Desde hace más de un mes que la UCR, la Coalición Cívica (CC) y el Encuentro Republicano Federal (ERF) mantienen reuniones con el diputado liberal, quien también repitió en varias oportunidades que «ya está cerrado» su ingreso.
«Si se plantea un esquema de apertura de JxC, no nos parece justo que el voto de una fuerza política neutralice esa posibilidad. Habría que discutir eso. Con una mayoría agravada debería bastar para la ampliación», se quejó.
Pese a afirmar que «no hay riesgo de ruptura» de la coalición, Morales afirmó que sí «hay riesgo de que la gente nos castigue».
«Hay un nivel de interna que no tiene sentido», subrayó, en alusión a los cruces entre los precandidatos presidenciales del PRO, el jefe de Gobierno porteño, Rodríguez Larreta, y la exministra de Seguridad Bullrich, que según Morales tiene «en caída» a la coalición «desde hace tres meses».
Si bien indicó que la UCR «seguramente» ratificará su pertenencia a JxC el próximo lunes en la Convención Nacional que realiza todos los años, Morales subrayó que su partido no está de acuerdo con la «mirada mezquina».
«No estamos de acuerdo con cerrarnos y convertirnos en una secta. Queremos un espacio que garantice la gobernabilidad del país y resuelva los problemas de los argentinos», señaló.
Pese a que no estaba prevista su participación, el precandidato a gobernador de Córdoba por JxC, Luis Juez, irrumpió en la reunión de la Mesa Nacional, algo que para Morales fue orquestado por Bullrich.
«Había miembros de otros partidos (Juez, Alberto Assef y Ricardo López Murphy) que no estaban invitados, que fueron invitados por Patricia. Esta era una reunión de cuatro partidos, los tres fundantes más el Peronismo Republicano», detalló.
Luego dijo a La Nación+ que «levantó» la reunión no solo por la presencia de dirigentes que no estaban invitados, sino además por la aparición de «dos mujeres» que le hicieron «un piquete» en la puerta de la UCR.
«Llegué al Comité y había dos mujeres con cartelitos diciéndome cualquier cosa», dijo el gobernador jujeño, y responsabilizó a Bullrich, a quien le pidió que «repudie» esos hechos.
«Que vengan a mi casa (Comité de la UCR) a ponerme dos personas que me dicen cualquier cosa es una falta de respeto, para el radicalismo y para la reunión», enfatizó.
Juez llegó a la sede de la UCR para pedir que no se concrete el ingreso de Schiaretti, líder de un espacio al que deberá enfrentar en 20 días en los comicios de esa provincia.
«Me junté con Morales, Miguel Ángel Pichetto, Maximiliano Ferraro y Federico Angelini. Les planteé la inquietud. Sumar a Schiaretti en Córdoba trae una complejidad en medio de la campaña y es una extrema incomodidad. Han pasado a un cuarto intermedio», anunció Juez mientras continuaban reunidos los presidentes de la coalición.
Juez sostuvo que se acercó para mostrar su repudio a la iniciativa y que entiende que fue «escuchado».
«Había que venir a decir lo que pensamos. Era oportuno que todos sepan qué banderas levantamos y cuales no estamos dispuestos a arriar», detalló.
Del encuentro participaron los titulares partidarios Federico Angelini, del PRO; Morales, de la UCR; Ferraro, de la CC, y Pichetto, de Encuentro Republicano Federal (ERF), además de los principales referentes de cada espacio.
Al llegar a la sede de la UCR, Juez habló con la prensa e indicó que el arribo de Schiaretti «nos perjudica, nos lastima, nos agravia, nos desorienta, confunde al electorado. No encontramos explicación».
Juez resaltó que no le pidió «permiso a nadie» para participar de la reunión y que se presentó como «candidato a gobernador por Córdoba» para «defender los intereses» de su provincia.
«Sería bueno que nos consultaran, los que ponemos la cara en Córdoba somos nosotros», se quejó.
Quien tampoco estaba invitado al cónclave pero que se presentó para «acompañar a Juez» fue el precandidato a jefe de Gobierno porteño Ricardo López Murphy, aliado de Bullrich.
«Estamos muy preocupados por cualquier actitud o comentario que lleve a la confusión. En Córdoba apoyamos a Luis Juez. Es lo que creemos razonable y es lo que va a defender Juez y Angelini en la reunión», remarcó, y criticó la incorporación de Schiaretti porque «ya están definidas las reglas de juego».
La incorporación del sector de Schiaretti es promovida por Larreta y Morales, mientras que Bullrich, junto al expresidente Mauricio Macri, son quienes más se resisten a incorporar a este sector del peronismo.
El alcalde porteño y precandidato presidencial afirmó por redes sociales que «el cambio total que los argentinos necesitamos exige una nueva mayoría».
En una carta pública planteó que hay que «ampliar el espacio de cambio que iniciamos con el PRO y con JxC» y dijo que esta idea tiene que estar «por encima de intereses personales».
«Las conversaciones con referentes nacionales como Schiaretti, José Luis Espert o Margarita Stolbizer tienen como único objetivo garantizar el cambio en la Argentina», aseguró Larreta.
Horas antes de la reunión de la Mesa Nacional de JxC, Larreta se mostró en un acto con Pichetto -el peronista que Macri llevó de vicepresidente en su fórmula de 2019- y dijo que la incorporación de dirigentes también se basa en que «el cambio que necesita la Argentina es tan profundo que necesita una nueva mayoría para llevar adelante las reformas que se necesitan».
Pichetto sostuvo que «hay que discutir a fondo ampliar la base de JxC porque da un proyecto mucho más fuerte para ganar las elecciones, primero, y para gobernar después».
Pichetto también apuntó a la necesidad de «consolidar un cambio cultural», y en este contexto afirmó que «en el caso de un enfrentamiento entre delincuentes y la policía, la razón siempre va a estar del lado de la policía».
En tanto, para expresar su rechazo a esta idea, Patricia Bullrich manifestó ayer en un reportaje en la señal televisiva de La Nación que «no va a entregar el cambio que hoy está en una situación de riesgo».
Asimismo, se preguntó: «¿Quién es Larreta o Morales para decir públicamente quien entra o no a JxC haciendo pública una situación que no se ha resuelto en el seno de JxC?».