El hombre que asesinó a su pareja y al hijo adolescente de ésta y luego colocó sus cuerpos dentro del freezer de su casa de Olavarría, tras lo cual se suicidó, dejó una carta en la que confesó que cometió los ataques con una maza porque recibía malos tratos y era «insoportable y estresante» convivir con sus víctimas, y explicó que congeló los cadáveres «para que puedan velarlos», informaron hoy fuentes judiciales y policiales.
En tanto, esta tarde familiares de las víctimas y organizaciones feministas marcharon hacia el Juzgado de Familia de dicha ciudad bonaerense para reclamar justicia y repudiar la violencia machista.
«Yo sé que no se justifica lo que hice. Fue una reacción de la cual me arrepiento», escribió Marcelo Fabián Ene (40) al inicio del texto escrito a mano de dos carillas al que tuvo acceso Télam.
Al hacer referencia a que recibía malos tratos de parte de la mujer, dijo que estaba «cansado» de llegar del trabajo y tener que hacer las cosas de la casa como «cocinar», «lavar los platos» o hacer «los mandados».
«Yo era una mucama acá» y «me llenó los huevos» son otras de las frases de la carta del homicida, que está repleta de faltas de ortografía.
«Era algo insoportable y estresante llegar todos los días de trabajar y problemas tras problemas y yo no hacía más nada que trabajar, cocinar y dormir», señaló Ene en la carta donde además se quejó de que su mujer no lo dejaba hablar con sus amigos, tomarse una cerveza o salir con la excusa de hacer «un mandando» porque desconfiaba de la relación que podía tener con la almacenera.
«El jueves exploté», confesó y detalló cómo cometió los crímenes de su pareja, María Sandra Aguer (53) y del hijo de ella, Thiago Contreras (13), de quien dijo que era un «maleducado».
«Me levanté sin decir nada, agarré el martillo, entré a la pieza sin mediar palabras y le di 10 martillazos en la cabeza y luego fui al futón y le di otros 10 martillazos al pendejo (sic)», a quien acusó de ser «maleducado, prepotente, caprichoso y altanero», entre otros calificativos.
«Fui un hijo de mil puta. Solo me queda pedir perdón, pero el perdón no arregla lo que hice. No le digan a mi vieja, tírenme al arroyo y listo», cierra la carta.
Finalmente, en una posdata, explicó que decidió congelar los cuerpos de ambas víctimas en el freezer del domicilio para poder velarlos.
«Los metí al freezer para que puedan velarlos como corresponde», dice esa frase final.
Por otro lado, a las 17 comenzó en el Paseo «Jesús Mendía», ubicado frente a la Municipalidad de Olavarría, una marcha convocada por la Asamblea Feminista y Disidente y Casa Popular Valeria en el centro Olavarría, que contó con la presencia de familiares de María Sandra y su hijo Thiago.
«Olavarría, ciudad del horror» y «Paren de matarnos» fueron las frases de algunas de las banderas exhibidas en la convocatoria que culminó en el Juzgado de Familia de dicha ciudad.
Por su parte, la fiscal Paula Serrano, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 descentralizada de Olavarría, aguardaba que en las próximas horas se realicen las autopsias al cuerpo de Ene y de sus víctimas Aguer (53) y Contreras (13).
De acuerdo a la pesquisa, los asesinatos, descubiertos ayer, se habrían cometido el pasado jueves, por lo que para realizar los estudios forenses de los cadáveres hallados en el freezer es necesario primero llevar a cabo un proceso de descongelamiento.
En la escena del doble crimen, los pesquisas secuestraron una maza que sería el elemento que Ene empleó para cometer los ataques según él mismo confesó en la carta antes de ahorcarse.
«Se recogió una maza con la cual se habrían producido los golpes. Eso se compatibiliza visualmente con lo que se observa en la mujer y en el chico. Dependemos de la corroboración de la autopsia, aunque él lo confesó en una carta que también se secuestró en el lugar», dijo a Télam un investigador.
La carta, al igual que la maza y los celulares de los implicados, está siendo analizada por agentes de la Policía Científica bonaerense.
El hallazgo de los tres cadáveres se produjo ayer por la tarde en un domicilio de la calle Lisandro de la Torre al 5000, del barrio Pellegrini, de dicha ciudad de la zona centro de la provincia de Buenos Aires, luego de que efectivos de la comisaría 2da., del Comando de Patrullas y la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Olavarría acudieron al lugar tras un llamado al 911.
Al ingresar a la propiedad, los efectivos encontraron en el interior de un freezer los cuerpos de Aguer y de su hijo Thiago, mientras que en un pasillo hallaron ahorcado al hombre, quien era la actual pareja de la mujer, pero no el padre del adolescente.
Los investigadores constataron que no había denuncias previas por episodios de violencia de género por parte de Aguer hacia su pareja.
«Siempre vas a estar en mi alma wachin todavía no caigo, pensando que hace dos semanas estábamos bardeando en bici, rompiendo espejitos, en tan poco tiempo te volviste re importante para mí», expresó en una historia de Instagram un amigo del adolescente asesinado.
La causa, instruida por la fiscal Serrano, está a cargo de la jueza Fabiana San Román, del Juzgado de Garantías 1 de Azul.
(Línea 144: atención, contención y asesoramiento en situaciones de violencia de género. Por WhatsApp: +5491127716463).
(Línea de Prevención del Suicidio – Ayuda a Personas en Crisis: 135 -gratuita desde Capital y Gran Buenos Aires-, (011) 5275-1135 o 0800-345-1435 -desde todo el país-. El llamado es personal, confidencial y anónimo).