La actriz contó con lujo de detalles cómo fueron sus intervenciones con el médico y reveló que ya lo denunció por “tentativa de homicidio”.
Sandra Domínguez acudió como invitada a Intrusos, luego de que Carmen Barbieri revelara que ella estuvo a punto de morirse en su casa luego de una intervención estética con Aníbal Lotocki.
“Yo lo conocí en 2008 y me dijo que el producto se reabsorbe, que era inocuo e inofensivo. Conocí a Pamela Sosa y pensé si operó a su señora… Verla a Pamela operada, me dio seguridad. Cuando ella lo promocionaba, tendría que haber tenido problemas y se los calló. Lo que se siente es un calor y una fiebre. Como es un cemento, levanta temperatura”, comenzó a contar Domínguez.
“En el 2009, decido operarme con él. Nunca me cobró. Me operó en un departamento sobre la Avenida Córdoba y me callé todo este tiempo por el miedo a ser juzgada. Yo no estoy hablando mal de él, estoy contando mi experiencia. De mí se desentendió con ayudarme para sanarme. Le dije que tenía una bola y me la trató de sacar, sin saber todavía lo del cemento, ni Silvina Luna, ni nada”, continuó.
“En 2010, me dijo ‘se me ocurrió un invento, voy a poner un bisturí para cortar porque este producto se pone duro’. El tema es que tenemos muchas venas en la cola, es muy sangrante. Romper esa fibra es muy agresivo. Me cortajeó tanto que me iba en sangre”, siguió relatando.
“Me quedaron formas distintas y me volvió a poner. Tuve como siete intervenciones. Cuando iba a otro cirujano me decían ‘yo no te toco donde estuvo ese hombre’. Una persona de su confianza me dijo ‘¿no sabés la del polvito?’ El polvito lo trae de Corrientes, lo tira en un balde, lo revuelve y lo pone en tu cola y va moldeando. Yo recurría a él porque dije ‘este me lo hizo, este lo tiene que arreglar’. Cuando me cuentan lo del polvito, ya lo tenía adentro”, se lamentó la actriz.
Tras muchos años de silencio, Sandra Domínguez decidió denunciar a Lotocki por “tentativa de homicidio”: “Siento que me entregué y que si me callaba, yo era cómplice de él. Hoy hice la denuncia formal, hubo intentos de homicidio reiterados”.
“Carmen Barbieri me salvó la vida. Yo siempre le prohibí hablar, pero sin decir mi nombre, empezó a contar mi historia. Hoy pienso que si Silvina tuvo una misión tan triste y fea, yo tengo que hablar”, declaró Sandra, ante la mirada atónita de los panelistas de Intrusos, que no podían creer lo que estaba contando.
Por último, contó cómo fue el episodio en que casi pierde la vida: “Me hizo la intervención y al otro día, empezó a correr un producto verde y amarillo. Me dijo ‘apretalo que salga’, pero la infección no paraba. Vino un enfermero a licuarme la sangre. Además, tenía una pelota atrás de la rodilla y ya no podía caminar. Estaba agitada. Le dije que no aguantaba más ese dolor, me quería morir. Yo sentía la muerte y lo vi a mi papá. A las dos horas, mi papá se murió y yo sentí que se llevó mi muerte. Fui a lo de Carmen, ella fue testigo de todo. Yo tenía una trombosis galopante. Después de esa inyección, la infección paró. Estéticamente no estoy mal, pero tengo mal las plaquetas. Al no tener salida de saber quién te arregla lo que hizo, volvés”.