Diego Reinhold, protagonista junto a Daniel Casablanca de «Argentina al diván», una comedia en clave histórica que se estrenará el próximo 9 de febrero en el ND Teatro y transita una sesión de psicoanálisis de nuestro traumatizado país, destacó que «la obra juega con los elementos que están en el inconsciente de nuestra historia y los pone a jugar de manera simbólica, casi asociándolos libremente, para poder reírnos de la tragedia».
«Apuesta a ser un espectáculo histórico de humor, una excusa para contar en primera persona cómo fue la vida de Argentina y por qué llegó a esto», resaltó Casablanca, fundador e integrante de «Los Macocos» en diálogo con Télam.
«En momentos de crisis -agregó- qué mejor que reírse, pensar en voz alta y sentirnos reflejados».
En el país con más psicólogos per cápita del mundo, esta versión libre de Casablanca, Reinhold y Guadalupe Bervih de la obra escrita por Marcelo Cotton, cuenta una sesión entre el doctor Américo del Ceibo (Reinhold), un reconocido psiquiatra obsesionado con la idea de «tratar al país entero» y Argentina (Casablanca), una paciente que llega al consultorio denunciando que «ha sido robada».
Sin apelar a nombres propios «para evitar caer en la grieta», pero con palabras que dentro del imaginario colectivo nacional significan referencias inmediatas a un momento histórico determinado, «Argentina al diván» propone revisitar las distintas crisis económicas, políticas y sociales que atravesó el país hasta el cacerolazo de 2001.
«Elegimos terminar la historia ahí -señaló Casablanca- y después cada uno hará sus propias lecturas».
La obra se presentará los viernes y sábados a las 20.30 en la sala ubicada en Paraguay 918. Las entradas están a la venta en la boletería del teatro o por www.plateanet.com.
Télam: ¿Qué les sedujo de contar esta historia en clave psicoanalítica?
Diego Reinhold: Evidentemente es un formato que se puede aplicar a todos los países en cualquier momento. Todo el mundo, en sus distintas coyunturas, puede criticar todo lo que pasa en su país porque todos tienen algo para mejorar de sus sociedades. Pero en el caso de Argentina, desde que nací escucho a mis padres protestar por la situación del país. Ahora estamos en esta coyuntura tan particular y todo cobra un sentido impresionante.
Daniel Casablanca: Yo creo que esta obra reúne dos cosas atractivas: Argentina es un país politizado y en este momento más que nunca. Para mal, para bien, informadamente, desinformadamente, pero la gente le da importancia. Y a la terapia también. Son temas tan comunes para la sociedad argentina, porteña, que nuestra intención desde el humor es lograr una identificación rapidísima con el espectador. Que desde el primer momento ya se sienta parte.
T: ¿Desde el vamos definieron no utilizar nombres propios y que las palabras claves dispararan el imaginario colectivo del público?
DC: No nombramos a nadie y, sin embargo, todos sabemos de qué estamos hablando porque la historia argentina la hacemos nosotros como pueblo, es como si hablaran de tu familia. La obra provoca una risa que al mismo tiempo te angustia y te conmueve porque te sentís parte.
Nuestra intención fue no ser partidarios, intentamos hablarle a todo el público, nos interesa hacer un teatro popular y masivo.
T: ¿Qué imaginan que va a resonar con el público en este contexto tan convulsionado?
DC: Eso es el humor rioplatense, que es el grotesco, el humor que conmueve, es la risa para llegar a los grandes temas siempre. La gente siempre elige humor pero a veces no hay espectáculos porque es mucho más difícil hacer humor. «Toc toc» está en los Guinness de las obras más vistas de la historia del teatro argentino pero las que vienen atrás son de Luis Sandrini, Enrique Pinti y «Brujas».
DR: Es catártico, siempre lo es el teatro, desde la época que nació, siempre está reflejando lo que la sociedad tiene en su interior. Yo hacía mucho tiempo que tenía ganas de decir arriba del escenario cosas que tuvieran que ver con lo social, estoy comprometido con eso. Cómo vivimos nuestra moral, nuestra cultura; poder decir esas cosas sobre el escenario también es el rol del arte.
T: ¿Cómo imaginan que será la temporada de teatro porteña en febrero?
DR: El único nervio que tengo es si la gente va a tener plata en el bolsillo para darse esa posibilidad de seguir yendo al teatro, pero el teatro tiene la virtud de que uno puede poner el precio de la entrada que quiere, puede hacerlo a la gorra. El teatro siempre va a ser una posibilidad para la gente de entretenerse y cultivarse, siempre va a estar vivo.
DC: La cultura es de primera necesidad y está bueno que, más allá del teatro comercial que está bueno, haya miles de opciones para que el argentino pueda ver hechos culturales. El teatro termina siendo siempre un milagro en este país, como todo, como la mano de Dios.