El candidato de Cambia San Luis armó una lista opositora multisectorial, con la cual derrotó al peronismo. El dirigente, que entre 2011 y 2015 tuvo un primer período como mandatario de San Luis, con el apoyo de los Rodríguez Saá, festejó junto a Horacio Rodríguez Larreta.
En las elecciones de este domingo 11 de junio, Claudio Poggi -candidato de “Cambia San Luis”- se impone con el 53,2% de los votos y se consolida como el nuevo gobernador de San Luis. En tanto, Jorge Fernández -el alfil del actual mandatario provincial, Alberto Rodríguez Saá-, obtiene el 45,8%. De este modo, la hegemonía de la familia Rodríguez Saá se terminó en la provincia de San Luis tras 40 años.
Aunque los primeros resultados conocidos fueron adversos y daban una ventaja tempranera a su principal adversario, el oficialista Fernández, la tendencia se fue revirtiendo con lentitud. Ya con el 14% de los votos escrutados, a las 22.30, empezó a apreciarse la victoria del candidato opositor estaba más cerca. La misma terminó de confirmarse con la visita breve y el abrazo de “el Adolfo”, el Rodríguez Saá que lo impulsó a la gobernación.
A diferencia de lo que ocurrido en aquellas provincias que eligieron gobernador este 2023, el oficialismo de San Luis no logró retener el poder y el peronismo termina perdiendo un distrito clave en manos de la oposición, que logró sumar desde Libres del Sur hasta libertarios en su alianza, entre ellos, el socialismo, Gen, el partido demócrata, la UCR, el PRO, el MID, y algunas expresiones peronistas, como el partido de Adolfo Rodríguez Saá, exmandatario provincial.
“No vamos a gobernar con revanchas ni rencores, sino para todo San Luis, para los que nos votaron y los que no”, afirmó, para despejar incertidumbres y agregó: «Vamos a asumir la gestión dentro de seis meses, con lo cual seguramente primará la madurez política del Gobierno saliente y entrante para coordinar por el bien de todos los sanluiseños”.
Poggi, quien el próximo 10 de julio cumplirá 60 años, fue mandatario entre diciembre de 2011 y diciembre de 2015. El flamante gobernador accedió al máximo cargo de la provincia cuyana, porque Alberto lo eligió como su momentáneo heredero. Sin embargo, luego en 2015 le impidieron reelegir y hubo ruptura, que lo llevó a formarse como opositor.